La entrevista telefónica

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La entrevista telefónica es un medio que las empresas pueden utilizar para hacer un primer filtro de los candidatos a un puesto laboral. Los empleadores la consideran una manera de identificar y preseleccionar a los candidatos que serán invitados para entrevistas en persona. También se utilizan como una forma de entrevistar a los candidatos que viven en una ciudad diferente al de la entrevista.

Las preguntas en ese tipo de entrevistas se concentrarán en aquellos aspectos que son importantes para cumplir con los requisitos de la vacante ofrecida y en comprobar las aspiraciones profesionales y las motivaciones del candidato.

Mientras estás activamente buscando trabajo, es importante estar preparado que te puedan llamar en cualquier momento para hacerte una entrevista telefónica sin pre-aviso. Por esta razón tienes que tomar en cuenta una serie de consideraciones:

Con el tiempo más limitado que en caso de una entrevista in situ, te conviene preparar bien el breve resumen de tu perfil profesional, situación actual y tus expectativas profesionales. Compila una lista de tus fortalezas y debilidades y revisa tu CV para poder hablar de tus antecedentes.

Si puedes, mantén tu currículum a mano y anda con un lápiz y papel para poder tomar notas. Cuando te llamen, busca un lugar tranquilo para poder hablar sin interrupciones. En caso de que no puedes hablar, solicite el teléfono y el nombre de la persona para poder devolver la llamada tan pronto como sea posible. No pidas que te llamen más tarde, porque corres el riesgo de que no te vuelvan a llamar.

Cuida tu tono de voz, en una entrevista telefónica no se puede ver los gestos o tu expresión facial. Lo único que percibe el entrevistador es tu voz, por eso conviene hablar sonriendo, aunque estés nervioso, para transmitir la actitud positiva. Responde de manera segura a las preguntas y ten confianza al hablar.

Nunca te cierres las puertas, a veces en este tipo de entrevista se hace un filtro con respecto a los aspectos como salario o disponibilidad. Si consideras que las condiciones del trabajo no te convienen, díselo al entrevistador pero indica que quieres estar considerado para otros puestos.

Al terminar la entrevista, pregunta por como continuará el proceso de selección, cuales son los siguientes fases, si habrá más entrevistas o alguna prueba. Si el entrevistador no te dice cuándo te contactarán, pregunta cuándo puedo esperar una respuesta respecto a la vacante.

Los primeros días en un nuevo trabajo

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Después de la búsqueda y el estrés en las entrevistas has conseguido un nuevo trabajo. Sientes ganas para empezar y al mismo tiempo un poco de nervios dado que pronto te encontraras en un nuevo ámbito laboral, conocerás nuevas personas y empezaras realizar nuevas tareas.

Los primeros meses suelen ser un período de prueba, cuando tu jefe y tus colegas van evaluando tu talento y tu capacidad para encajar en la organización. Así que la primera impresión de ti que dejes, será fundamental para tu futuro en el trabajo. Esta impresión actuará a favor o en contra tuya, dependiendo de cómo te comportes.

Antes de todo, asegúrate de hacer una salida limpia de tu empresa anterior para mantener la red de contactos profesionales y tu buena reputación. No quemes los puentes con tu antiguo empleador, termina todo el trabajo que puedas antes de irte, despídete en buenos términos con tus compañeros y agradece a todos los que te ayudaron durante tu tiempo en la empresa anterior.

Nadie espera que resuelvas todos los problemas de la organización en tus primeros días, ni que lo vayas a saberlo todo. Es mejor preguntar antes de haber completado la tarea de manera equivocada, pues que no te de miedo hacer preguntas. Ten la mente abierta, sé cooperativo con tus colaboradores. Escucha los consejos e instrucciones que te dan tus compañeros y supervisores. Comunícate de forma regular con tu jefe, de esta manera podrás comprobar si vas en el camino correcto.

La experiencia de tus trabajos anteriores es muy valiosa pero ten en cuenta que cada lugar de trabajo tiene su propia manera de hacer las cosas. Las primeras semanas o incluso meses en un trabajo no es el momento de cambiar los procedimientos y la forma en que se hacen las cosas. Mejor toma nota de los nuevos protocolos y acostúmbrate a ellos. Se flexible, tu capacidad para adaptarte rápidamente al nuevo ambiente tendrá un papel importante en tu éxito. Estate atento a las jerarquías  y las excentricidades  que cada lugar de trabajo tiene.

A la larga, serás valorado por tu desempeño en el trabajo y tu productividad. Pero crear un ambiente amable aunque estés nervioso, intentar establecer un tono correcto con tus colaboradores y actuar de forma profesional desde el primer día, te ayudará a entrar a la nueva empresa con el pie derecho.

Cumplir con los propósitos de año nuevo

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En estas fechas mucha gente habla de los propósitos para el año nuevo: pero, ¿saben cómo conseguirlos? Si has hecho una lista  para 2014, revísala: ¿lo quieres conseguir de verdad? Mucha gente empieza con hacer los propósitos sin tener la suficiente convicción y confunden los deseos con objetivos, o incluso siguen metas ajenas.  Las posibilidades de alcanzar una meta que no es realmente tuya, son muy limitadas. Debes fijarte en algo que realmente quieras obtener, cambiar o desechar.

La posibilidades de éxito serán mayores si eliges pocos propósitos, de esta manera podrás enfocar tu energía en ello y no perderás el hilo. Si intentamos cambiar demasiadas cosas al mismo tiempo podemos caer en una trampa de no terminar ninguna de ellas. Hay que tener paciencia y tener cuidado porque intentar realizar varios proyectos a la vez es, con frecuencia, la receta para un fracaso.

No esperes a empezar mañana, o el lunes siguiente, empieza ahora. Lo más difícil es dar el primer paso. Hay que empezar lo antes posible.

Fíjate objetivos específicos. Sin especificar correctamente el objetivo, probablemente lo perderemos de vista a lo largo del camino. Con objetivos poco precisos es muy fácil desalentarse, porque al no tener ningún fin claro no vamos a saber si nos acercamos a la meta final.

Antes de empezar, para un momento y pregúntate si sabes cómo conseguir lo que quieres. Planifica, organízate y determina pequeños pasos para alcanzar logros en el corto plazo que te ayudará a mantener la motivación. Si divides tu misión en  metas concretas y medibles, verás los resultados de tus esfuerzos más rápido y así te mantendrás motivado para continuar hasta alcanzar el objetivo final.

Mide y celebra tu progreso. El hecho de ver cómo vas superando los obstáculos te llenará  de optimismo y te mantendrá motivado hasta el final. Somos capaces de conseguir todo lo que queremos, pero tenemos que hacerlo con la actitud adecuada y determinación,  y no desistir en momentos difíciles.

Cómo reducir el estrés en el trabajo

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La capacidad de manejar el estrés no sólo puede mejorar nuestra salud, sino que también puede marcar la diferencia entre el éxito o el fracaso en el trabajo, de la misma manera que su exceso  puede interferir con la productividad y perjudicar nuestra salud física y emocional. Hay muchas cosas que podemos hacer para no dejar que el estrés invade nuestras vidas causando agotamiento y el sentido de falta de control.

Una de las causas que pueden generar estrés en el trabajo es el desorden. Para hacer nuestras vidas más fáciles y tranquilas, nos conviene organizamos de una manera mejor. Hacer listas de tareas nos ayudara mantener un control sobre nuestros asuntos pendientes. Si tenemos en nuestra agenda algo especialmente desagradable por hacer, lo mejor es hacerlo primero. A veces estamos tentados a empezar el trabajo con tareas fáciles para tener un sentido de logro, pero esta conducta nos crea aún más tensión cuando después nos falta tiempo para los asuntos importantes. Dejar de posponer, planear bien el tiempo y quitar las tareas de la agenda lo antes posible, es la única manera de evitar que el trabajo se acumule y nuestro estrés aumente.

También será de gran ayuda aprender a eliminar o disminuir las interrupciones. Selecciona una hora del día en que devuelves las llamadas telefónicas, leas y respondas a los correos electrónicos. Aprende a ser asertivo y no le des a la gente tu atención al instante a menos que sea absolutamente necesario. Busca maneras de hacer las tareas de forma más ágil y simple. Al estructurar la agenda, cuenta siempre con la posibilidad de algún imprevisto que puede ocurrir y asegurarnos que tenemos un margen de tiempo para ocuparnos de ello.

A veces nos preocupamos demasiado por las cosas pequeñas. Hay que darnos cuenta de que hay cosas por las que simplemente no vale la pena preocuparnos y otras que no se pueden cambiar. No pierdas el tiempo tratando de controlarlo todo, mejor céntrate en cosas que puedes controlar, como la forma en que reaccionas a los problemas.

Resiste el perfeccionismo. Recuerda que lo perfecto es enemigo de lo bueno. No hay situaciones o decisiones perfectas así que tratar de alcanzar la perfección en todo, simplemente añadirá un estrés innecesario a nuestro día. Por supuesto hay que tratar de hacer el trabajo de la mejor manera posible, pero siendo realistas al mismo tiempo.

Llega pronto al trabajo. ¿Te has dado cuenta de la diferencia que puede hacer salir más temprano por la mañana? Incluso 10-15 minutos pueden hacer la diferencia entre correr frenéticamente al escritorio y tener tiempo para empezar tranquilamente el día. Intenta estar pronto en el trabajo y una vez trabajando, toma pequeños descansos incluso si son solo cinco minutos. Aléjate de tu escritorio, da un paseo, relájate y respira profundamente.

No te olvides de lo físico. Aliméntate bien y duerme lo suficiente. Haz deporte. El ejercicio reduce el estrés, además, una persona más en forma está mejor equipada para manejar el estrés. La falta de sueño nos puede dejar vulnerables. Cuando estamos bien descansados, es mucho más fácil mantener el equilibrio emocional y trabajar de manera más rápida y eficiente.

Cómo usar las redes sociales para encontrar empleo

Ibusqueda-trabajo-redes-socialesnternet se ha convertido en una herramienta muy útil para la búsqueda de trabajo. Además de ser una buena fuente de información acerca de empresas y empleos, la red puede ser un gran aliado a la hora de crear nuestra propia marca personal y para mostrar nuestra valía en el mercado laboral.
De la misma manera que destacamos los conocimientos y experiencias en nuestro Curriculum, podemos utilizar ciertas aplicaciones en la red para mostrar nuestras habilidades y aptitudes profesionales para que nos encuentren las empresas que precisan de trabajadores.

Las redes sociales, entre ellos principalmente LinkedIn, Facebook y Twitter sirven de gran ayuda como herramientas para buscar trabajo. Estas redes nos brindan una excelente alternativa para estar visible para los demás. A través de ellas podemos también acceder a las personas que nos pueden ayudar a conseguir un empleo.

No obstante, tenemos que ser conscientes que crear perfiles en las redes por si solo no no es suficiente. Debe estar acompañadop por una estrategia que nos ayudará en nuestra búsqueda. El primer paso que debemos de dar, es comprobar que dice Internet de nosotros y evaluar si da la imagen adecuada  a la hora de competir por un puesto de trabajo.

Otro punto importante es elegir con cuidado la imagen de nuestro perfil en las redes sociales y profesionales  y abstenerse de hacer publicaciones que puedan comprometer o dañar nuestra reputación. Es fundamental que la información sobre nosotros se encuentre actualizada y muestre nuestra actividad profesional reciente.

El siguiente paso sería localizar las personas que nos podrían ayudar a conseguir el trabajo, interactuar con ellas y intentar aportar algo original y novedoso a las conversaciones, tratando temas que tienen que ver con nuestros intereses. Si además usamos palabras clave y hashtags que definan nuestro valor profesional, podremos ser encontrados fácilmente por los demás.

La idea es darnos a conocer. Pero eso si, debemos utilizarlas en combinación con los métodos tradicionales. Las redes sociales amplían nuestras oportunidades de encontrar trabajo, adecuadamente usadas y  combinadas con otros métodos solo pueden darnos buenos resultados.

¿Nadie te llama para una entrevista laboral?

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Hay que recordar que el CV es la mejor herramienta que tienes a tu alcance para presentar tu candidatura para un puesto de trabajo. Por lo tanto, es importante que hagas el esfuerzo para transmitir en ese documento toda la información que requiere la empresa. Si tu CV  no reúne los requisitos que pide el aviso de trabajo, es posible que la empresa lo descarte.

De la misma manera que como candidatos utilizamos filtros para encontrar las ofertas que más nos interesan, las empresas utilizan otros, para encontrar los CVs que más se ajustan al perfil buscado. Tienes que pensar que el objetivo del Currículum es ofrecer la información relevante y suficiente a la empresa para despertar interés y conseguir una invitación para una entrevista.

¿Qué información quieren encontrar las empresas en el CV?

Tus Datos Personales, para que se te pueda localizar fácilmente. Es muy importante dejar un teléfono, y/o email, donde rápidamente puedan ubicarte. También las empresas pueden querer saber donde vives por si quieran contratar personal que resida en un lugar determinado. Si optas por un trabajo alejado de tu residencia habitual pero estás dispuesto para cambiar de residencia, facilita esta información en el CV para aumentar tus posibilidades de conseguir una entrevista.

Tus Estudios  Es importante completar toda la información de tus estudios y actualizarla cada vez que tengas nuevos datos que aportar. Si tienes estudios acordes a las exigencias del puesto, las empresas tendrán más interés de contactarte para una entrevista. Es suficiente incluir los datos de aquellos estudios que reflejan los de mayor rango.

Tu Experiencia Laboral Ésta es la sección más importante del Currículum. Es muy importante de destacarla (si es que se la tiene), poniéndola en el orden cronológico inverso, es decir comenzando por el trabajo más reciente y terminando en el más antiguo. Los puestos y el tipo de tareas que desempeñaste previamente traen información muy valiosa para las empresas. Debes incluir también los años y meses en los que trabajaste. Es recomendable que, cuando detalles dónde has trabajado, hagas una breve descripción de las tareas realizadas.

Tu Carta de Presentación te permite presentarte con tus propias palabras, mencionar tus habilidades blandas, señalar porque destacas entre otros candidatos y porque harás el trabajo mejor que otros.

La información adicional de tus expectativas, el “futuro empleo”,  aunque no es esencial, te permite comunicar tus preferencias y perspectivas.

Al presentar toda esta información con tu postulación, permites a la empresa medir y evaluar la idoneidad de tu candidatura para el puesto y dejar una buena primera impresión que los selectores se van a llevar de ti.

Importancia de la resiliencia en el ámbito laboral

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Fuente: LosRecursosHumanos.com

Es una competencia actitudinal que buscan cada vez más empresas entre sus empleados.

Hay hechos, momentos, situaciones en la vida o en el trabajo que afectan de manera traumática a las personas, que afectan las decisiones y generan estrés. Cada individuo reacciona diferente frente a las adversidades: algunos toman actitudes positivas, superan los obstáculos con valentía y sacan provecho de ellos, mientras que otros se quedan estancados, enredados en recuerdos negativos durante mucho tiempo. Aquellas personas que logran recuperarse fácilmente, que aprenden de los problemas y mantienen un espíritu de esperanza frente a las adversidades se las consideran resilientes.
La definición según E. Chavez y E. Yturralde dice que La resiliencia es la capacidad que posee un individuo frente a las adversidades, para mantenerse en pie de lucha, con dosis de perseverancia, tenacidad, actitud positiva y acciones que permiten avanzar en contra de la corriente y superarse. Otra concpeción tradicional de resiliencia, proviene de la física, cuando algunos metales, después de deformarse por el calor, pueden volver a recuperar su forma original en poco tiempo.
Pero ¿qué otras características poseen los resilientes, en qué ambientes se desarrollan más y cuáles son las posibilidades de convertirse en una de estas personas? Las primeras investigaciones sobre la resiliencia en la década del ’70, estudiaron a niños de orfanatos rumanos y a niños indigentes de Bolivia, que a pesar de haber tenido una infancia difícil, llena de carencias y privaciones pudieron formarse como adultos sanos, pujantes y llenos de proyectos. Concluyeron que los resilientes poseen actitudes diferenciales como una sólida fe, positivismo, autoestima alta, esperanza y flexibilidad ante los cambios. En algún punto de sus vidas, valoraron encontrarse con personas accesibles, que los hicieron sentir apoyados y contenidos.
Para intensificar la resiliencia hay que trabajar sobre tres pilares: 1) tener la capacidad de jugar, no internalizar las problemáticas de manera obsesiva, ser positivos y creativos para sobrellevar diferentes situaciones. La idea es no generar dramatismo y a cambio demostrar una buena predisposición para seguir con la vida de manera natural. 2) tener esperanza y saber buscar apoyo o sostén en amigos, familiares y guías. Al sentirse apoyado, el individuo cuenta con idoneidad de compartir sus problemas y así hacerlos más llevaderos y 3) el pilar más importante, tener confianza en uno mismo de manera constante, no importan las adversidades que se presenten.
Carga de energías a los resilientes, tener grandes expectativas propias, proyectos que generan metas y posibilidades diversas para desarrollarse de manera autónoma.

El ambiente laboral y la resiliencia.

Desde la crisis de 2002 en Argentina, hay cada vez más empresas resilientes, que capacitan a sus empleados en el perfeccionamiento de la resiliencia, ya que indefectiblemente beneficia a la empresa que todos se superen día a día no sólo en las competencias técnicas sino en lo emocional para mejorar el clima laboral y enfrentar cualquier crisis socio-económica o cambio importante que pudiese surgir.
El ámbito laboral puede ser un lugar estresante por algunas condiciones que requieren algún tipo de adaptabilidad especial. La falta de iluminación, elementos de trabajo, comodidad para realizar las tareas, cambios de días y horarios o lugares de trabajo, relaciones interpersonales conflictivas, viajes constantes, superposición de roles, plazos de entrega de trabajo muy exigentes, generan altos niveles de negatividad y frustración.
Los desafíos que proponen los lugares de trabajo, en la actualidad, suponen una gran carga de tensión para la mayoría de las personas.
Fomentar la capacidad de ser resilientes, significa atravesar los desafíos con la mayor naturalidad posible, mantener el buen nivel de relaciones interpersonales, la calidad de vida en el trabajo, el desempeño, la productividad, a pesar de las dificultades es una competencia clave que muchas organizaciones se han propuesto fomentar entre sus empleados en el nuevo milenio.
Las empresas que forman en resiliencia, activan seis puntos fundamentales en las relaciones laborales. 1) buscan favorecer los contactos cara a cara entre empleados de manera no conflictiva, 2) aplican políticas claras consensuadas entre todos, 3) para incentivar la cooperación y buena convivencia. 4) se fomenta el aprendizaje mutuo de dar y recibir apoyo y afecto y 5) se ponen metas realistas para desarrollar la autoestima de los empleados y 6) promueven la participación de todos en la toma de decisiones. Si a los puntos anteriores sumamos la práctica de incentivar a los equipos a llevar una vida sana, a través de una alimentación saludable, el ejercicio y permitiendo los momentos de esparcimiento en el horario laboral, la resiliencia será potenciada y mejorarán las relaciones y la capacidad de superar situaciones estresantes.
La resiliencia no es solo un concepto más dentro de la psicología laboral sino que es una gran herramienta que otorga una ventaja competitiva al grupo de trabajo, para atravesar situaciones que generan frustración y resistencia, de manera positiva, convirtiendo a cada momento difícil en una oportunidad de crecimiento.

La importancia de las «habilidades blandas» en los procesos de selección

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Como ya se ha mencionado en este blog en varias ocasiones, para encontrar el empleo que uno desea, se ha de tener un CV completo y estar bien preparado para la entrevista. Pero, a la hora de buscar trabajo, hay que recordar que los reclutadores evalúan a los candidatos no solo a base de la experiencia laboral y los estudios, también tienen en cuenta habilidades menos tangibles: habilidades blandas. Es decir aquellos atributos que le permiten a una persona desempeñar su trabajo de manera más eficiente, y relacionarse con otros de manera adecuada.

Cada empresa tendrá sus preferencias, dependiendo del rubro en el que desarrolla sus actividades y del vacante que desea cubrir, pero hay habilidades que sirven siempre y son muy valoradas por las organizaciones . Por este motivo, buscando trabajo merece la pena revisar y mostrar las habilidades blandas que uno tiene, y seguir desarrollando las otras, que todavía le faltan por tener.

Lo más importante es, por supuesto, tener una actitud positiva y mostrar entusiasmo por el trabajo al que uno está optando. La actitud positiva incluye la motivación, esfuerzo, resiliencia y la habilidad para aceptar y aprender de las críticas. Es fundamental que uno muestre la actitud adecuada, el interés genuino y ganas de trabajar a la hora de postularse a las vacantes.

Los responsables de reclutamiento a menudo buscan gente con habilidades comunicativas. Hablar, escribir y escuchar de forma eficaz resultan muy importantes y demandadas por las empresas. Cobra especial importancia en los puestos de trabajo donde se necesita una interacción frecuente con clientes o en caso de puestos de mandos intermedios y altos.

Se valora cada vez más a trabajadores flexibles que rápidamente pueden adaptarse a nuevas situaciones y hacer frente a las circunstancias cambiantes. Tiende a valorarse a los empleados abiertos a nuevas ideas y conceptos.

Se aprecia candidatos que sepan trabajar en equipo. Las empresas quieren personas que destacan en la consolidación de buenas relaciones con compañeros, que disfrutan del trabajo en equipo y quienes tienen espíritu de colaboración.

Los responsables de reclutamiento buscan gente creativa y con iniciativa. Personas que tienen la confianza y la capacidad para resolver problemas. Personas automotivadas con capacidad de priorizar de forma efectiva y llevar varios proyectos al mismo tiempo de manera exitosa.

Otra competencia habitualmente buscada por las organizaciones  es la voluntad de aprender para mejorar. Las necesidades de las empresas hoy el día están constantemente cambiando y evolucionando, y hay que mostrar una determinación constante a crecer y aprender más. Los reclutadores optan por candidatos que aprenden rápidamente y que buscan oportunidades y nuevas experiencias para mejorar continuamente.

Networking, una herramienta para encontrar empleo

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Para tener éxito en la búsqueda de trabajo es imprescindible tener preparado un buen currículum, bien estructurado y con toda la información requerida. También conviene ser proactivo y buscar empleo en varias fuentes a la vez: en portales de empleo, en redes sociales, en la prensa. Pero no hay que olvidar que hay otras formas de buscar trabajo – como por ejemplo: networking.

Cualquier evento social nos brinda una magnífica oportunidad de informar a nuestros interlocutores de que nos encontramos en la búsqueda de nuevo trabajo y, al mismo tiempo, de presentarnos y dar a conocer nuestra profesionalidad.
Para estas ocasiones deberíamos tener preparada una corta auto-presentación, un elevator pitch.

No es tan fácil como parece, porque implica reflexionar sobre las cosas más importantes que deseamos comunicar, hacer resumen de nuestras habilidades y experiencias, y transmitir de una forma breve lo que estamos haciendo actualmente, lo que hemos hecho, y lo que esperamos hacer en el futuro. También hay que estar preparado para hablar sobre las metas profesionales, el lugar en donde nos gustaría trabajar, lo que nos gustaría hacer, etc., para poder expandir tu presentación si tienes la oportunidad.

El elevator pitch podemos utilizar para presentarnos a un nuevo contacto, cuando vemos un momento oportuno, nos ayudará a contar nuestra historia de una manera concisa e interesante. También la podemos utilizar en las redes sociales por ejemplo para presentarnos en Twitter o Facebook. Nuestro objetivo aquí es enganchar a nuestro interlocutor en la conversación, explicando ¿Quién somos?, ¿qué estamos buscando? ¿Qué ofrecemos? ¿Cuál es nuestra ventaja competitiva?

Lo importante es estar abierto y no tener miedo de hablar con los demás, porque nunca se sabe quién podrá ayudarnos con la búsqueda de empleo. Uno de los aspectos más importantes es dar seguimiento a los contactos conseguidos y construir unas relaciones profesionales duraderas. Debemos coleccionar tarjetas de visita, números de teléfono, correos electrónicos.

No es importante a cuantas personas logramos conocer, sino establecer posteriormente una buena relación, haciendo seguimiento, llamando, conectando por LinkedIn, o enviando un e-mail a nuestra nueva red de contactos.

¡Ya tenemos las personas ganadoras de las Tablets!

Ha llegado el día de anunciar a los ganadores del sorteo que les preparamos para celebrar la inauguración de nuestro portal.

El miércoles a las 15:50 horas se realizó el sorteo en las oficinas del Notario Público Juan Ricardo San Martin Urrejola y ya tenemos la lista de 5 afortunados:

Juan Heriberto Medina Mancilla
Maria Ignacia Roco Escobar
Jorge Alejandro Calquin Otarola
Wilfredo Trujillo Godoy
Silvia Cavieres Cerda

¡Enhorabuena!

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Los premios – 5 Tablets Viewsonic modelo E72 de 7” esperan a los ganadores hasta el día 30 de noviembre de 2013. Nos ponemos en contacto con cada uno de los ganadores personalmente vía el correo y/o teléfono con los detalles de la entrega de los premios.

Desde todo el equipo les mandamos un saludo muy grande!